Hola amigas! Hoy les traigo algunas ideas para combinar vestidos tanto floreados como negros. Sabemos que estas dos opciones son básicas y muy versátiles en nuestro armario, por lo que podemos utilizarlas tanto para ocasiones casuales como formales.
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Vestido negro
El vestido negro es un clásico que no puede faltar en nuestro guardarropa. Es elegante, sofisticado y nos saca de cualquier apuro. Pero, ¿cómo podemos combinarlo para darle un toque más original?
Una opción es agregarle un toque de color con accesorios llamativos, como un collar, unos zapatos rojos o un bolso estampado. También podemos optar por un cinturón que marque nuestra cintura y nos dé un toque más femenino.
Si queremos algo más casual, podemos usar zapatillas o botas y una chaqueta de cuero para darle un toque más rockero al look.
Además, este tipo de vestido es perfecto para eventos formales como bodas, cenas de gala o fiestas de empresa. Podemos combinarlo con zapatos de tacón y un clutch para darle un toque más sofisticado.
Vestido floreado
Los vestidos floreados son perfectos para la temporada de primavera-verano. Son frescos, coloridos y femeninos. Pero muchas veces nos surgen dudas sobre cómo combinarlos para que no parezca que estamos vestidas con una cortina.
Lo primero que debemos tener en cuenta es el estampado del vestido. Si es muy llamativo, lo mejor es combinarlo con accesorios neutros para que no se peleen entre sí. Si por el contrario, el estampado es más suave, podemos jugar más con los accesorios y darle un toque de color o brillo.
Un consejo para combinar el vestido con los zapatos es jugar con los colores del estampado para encontrar un color que combine con los zapatos o optar por un calzado nude para no robarle protagonismo al vestido. Si usamos sandalias, nos aseguramos de que no tengan demasiados detalles para no sobrecargar el look.
En cuanto a complementos, podemos optar por un bolso pequeño, unos pendientes llamativos o una pulsera de colores para darle un toque fresco y juvenil.
Vestido naranja
Otra opción que me encanta es el vestido naranja con estampado de flores. Es un vestido fresco, alegre y perfecto para el verano. Lo podemos combinar con sandalias de cuña o botas camperas para darle un toque más bohemio.
Si lo queremos usar para un evento más formal, podemos optar por zapatos de tacón y accesorios dorados o plateados.
Al tener un estampado de flores, podemos optar por pendientes, pulseras o anillos con diseños florales para darle más armonía al conjunto.
Vestido amarillo
Finalmente, no podía dejar de mencionar el vestido amarillo. Es un color que no todas nos atrevemos a usar pero que, bien combinado, puede dar resultados espectaculares.
Un buen truco para no caer en excesos es combinarlo con colores suaves como el beige, el blanco o el rosa pastel. Así, podemos optar por un bolso pequeño o unas sandalias en tonos suaves que no sobrecarguen el look.
Si queremos darle un toque más atrevido, podemos optar por un calzado en tonos fuertes como el rojo o el rosa fucsia. Pero siempre con cuidado de no sobrepasarnos.
Y al igual que con el vestido negro, podemos optar por accesorios llamativos como unos pendientes grandes o unos anillos de diseño para darle un toque más original.
Consejos finales
Para elegir los complementos adecuados siempre debemos tener en cuenta el estilo del vestido. Si es un vestido formal, por ejemplo, es mejor optar por unos zapatos de tacón y un bolso pequeño. Si es un vestido informal, podemos optar por zapatillas o botas y un bolso más grande.
Recuerda que los complementos deben ser un complemento, no el protagonista. Si tienes un vestido con un estampado muy llamativo, es mejor optar por unos zapatos y un bolso neutros.
Y por último, siempre combina los colores de forma armónica. Si usas un vestido florido, opta por accesorios de un solo color o de tonos similares al estampado. Si usas un vestido oscuro, opta por complementos de colores vivos o tonos pastel para darle vida al look.
Espero que estos consejos les hayan sido útiles para combinar sus vestidos favoritos. Recuerden que lo más importante es sentirnos cómodas y seguras con lo que llevamos puesto.